Guadalajara; Jalisco 15 de mayo de 2025 (Comunicación Liga ARCO).- Este 15 de mayo se celebra el Día del Maestro y recordamos a un pitcher que, por su forma de brillar en la lomita, se ganó el apodo de “El Maestro”: el gran Pablo Javier Ortega Salinas.

Pablo nació el 7 de noviembre de 1976 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en una familia donde su papá y su mamá eran aficionados del beisbol. Su padre jugaba en ligas amateur, al igual que su abuelo y tíos.

El lanzador diestro debutó en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico en la campaña 1997-1998, con los Venados de Mazatlán, equipo donde militó por 15 campañas, También jugó para Naranjeros de Hermosillo (2016-17) y Yaquis de Ciudad Obregón (2017-18 y 2018-19).

Con los rojos porteños fue campeón en 4 ocasiones, en las temporadas 1997-98, 2004-05, 2005-06 y 2008-09.

Además, se coronó en par de ocasiones en la Serie del Caribe, la primera como refuerzo de los Tomateros de Culiacán celebrada en Caracas, Venezuela en 2002 y la segunda en Mazatlán 2005.

Con la Selección Nacional de México, tuvo participación en las ediciones 2006 y 2009 del Clásico Mundial, así como en los Juegos Panamericanos de 2003 (bronce) y 2007, y Juegos Centroamericanos y del Caribe 2006 (bronce).

Dentro de los logros y distinciones individuales para el neolaredense, fue Novato del Año en el 2000 y fue Pitcher del Año en 2010, ambas con la franela de los astados.

Luego de retirarse, Pablo Ortega ya ha sido manager de Venados de Mazatlán, así como coach de bullpen con Yaquis de Obregón y coach de pitcheo con Águilas de Mexicali y también con los Venados.

Sumado a esto, “El Maestro” fue parte del cuerpo técnico de los Charros de Jalisco en las últimas dos ediciones del Torneo Infantil de la LAMP, quedando subcampeón en la edición 2023, pero cobrando revancha en la 2024, llevándose la corona del certamen.

Sus números como profesional en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico son: 18 temporadas, 269 juegos, 173 como abridor, 76 jugos ganados, 6 Salvamentos, 1185.1 Innings lanzados, 606 ponches recetados y su efectividad la dejó en 3.27.

Sin lugar a dudas, Pablo Ortega es una figura que brilló con luz propia en nuestro beisbol y ha dejado una huella imborrable para muchos fanáticos que lo vieron dar cátedra en la lomita.